martes, 21 de julio de 2015

AZTECA

AHUIZOTL:

En la cultura de los aztecas, el nombre Ahuizotl significaba "espina de río", y hacía referencia no solo a uno de los más grandes gobernantes del imperio mexicano, si no también a un temido ser legendario que merodeaba el lago de Texcoco en busca de presas fáciles.
El Ahuizotl aparece en la mitología de los aztecas a partir del siglo XIII, donde es descrito como un animal similar a un simio, pero de hábitos anfibios y una cola que terminaba en una 'mano' similar a la de una persona. Se decía que también poseía ciertas características caninas, un voraz apetito y amor por el consumo de carne humana (en especial partes crujientes como uñas y huesos); a eso se le añadía que devoraba con singular alegría los ojos de sus presas y su método de ataque consistía en hacer gritos similares a los de un bebé para atraer a su presa hacia el borde del lago de Texcoco.


Su piel era similar a la del perro, pero lustrosa y repelente al agua (comparable a la de la nutria o una foca), y poseía la habilidad de erizarla hasta convertirla en púas como las del puerco espín; podía manipular objetos con sus manos y la cola, y se le temía porque se le consideraba un guardián del agua: enemigo de los pescadores y cazadores de aves acuáticas, pero también uno de los hijos de Tláloc. Así pues, sus víctimas eran consideradas sacrificios a los dioses, y de acuerdo a la tradición azteca; aquellos devorados por el Ahuizotl estaban destinados a morar por la eternidad en el paraíso del dios de la lluvia.


Al Ahuizotl debía ofrecerle parte de la pesca del día para evitar que hundiera la embarcación donde viajaban los pescadores o cazadores; aunque no era raro escuchar historias de canoas volteadas por el animal o de viajeros que eran jalados por la bestia hacia el lago, que usaba su fuerte cola para arrastrar a sus víctimas una vez que se encontraban cerca del agua.




AH PUCH:

Ah Cimih, También conocido como Kizin ("El Apestoso"), Yum-KimilHun Ahau, en la mitología maya es el dios y rey de Mtnal, el inframundo. Descrito como un esqueleto o cadáver con un rostro de jaguar (o búho) adornado con campanas;Corresponde al cuarto lugar, por el orden de su representación, al dios de la muerte, que aparece 88 veces en los tres manuscritos. Tiene por cabeza una calavera, muestra las costillas desnudas y proyecciones de la columna vertebral; si su cuerpo está cubierto de carne, ésta se ve hinchada y cubierta de círculos negros que sugieren la descomposición.



Ah Puch, la antítesis de itzamna, tiene como él dos jeroglíficos de su nombre, y es, después de éste, la única deidad que se distingue de esta manera. El primero representa la cabeza de un cadáver con los ojos cerrados por la muerte, el segundo la cabeza del dios mismo, con la nariz truncada, mandíbulas descarnadas y como prefijo un cuchillo de pedernal para los sacrificios. Un signo que se encuentra asociado frecuentemente al dios de la muerte es algo parecido a nuestro signo de tanto por ciento %. El dios de la muerte era la deidad patrona del día Cimí, que significa muerte en maya.En el caso de Ah Puch, estamos frente a una deidad de primera clase, como lo prueba la frecuencia de sus representaciones en los códices. Como jefe de los demonios, Hunhau reinaba sobre el más bajo de los nueve mundos subterráneos de los mayas, y todavía hoy creen los mayas modernos que bajo la figura de Yum Cimil, el Señor de la Muerte, merodea en torno a las habitaciones de los enfermos en acecho de su presa.



EN CUANTO A MÁS DEMONIOS NO CONOCEMOS MAS...

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